Hay que dejar los prejuicios de lado y que la comunidad de negocios pueda estar mucho más abierta a conversar y a escuchar a los colaboradores
Lo que significa ser líder no ha cambiado a lo largo de los años, pero sí los desafíos a los que esta persona se enfrenta.
Un líder es alguien que realmente inspira, impacta, motiva, tiene seguidores, tiene una buena comunicación, genera empatía, escucha sin prejuicios, mueve a la acción, eso es un líder.
Sin embargo, las organizaciones, en cada una de las revoluciones industriales, hemos crecido, hemos tenido nuevos desafíos, y en este último tiempo, hemos llevado posiciones muy técnicas a puestos de liderazgo sin darles las herramientas para realmente ser líderes con un propósito que mueva y trascienda.
En este sentido, los desafíos pasan por poder transformarse en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, donde no hay respuestas a las preguntas que surgen, y necesitamos líderes que puedan navegar esa incertidumbre.
El liderazgo en la propuesta de valor
El verdadero liderazgo trata de influir positivamente, y la mejor herramienta para lograrlo y generar cambios profundos reales es conversando. Nuestro reciente foro Mercer Journey tuvo como lema "Let's talk", focalizándonos en la importancia de que podamos tener conversaciones con impacto en las organizaciones y que nuestros colaboradores se sientan escuchados.
La invitación es a descontracturar qué habilidades necesitamos cultivar y desarrollar para generar conversaciones donde podamos transformar y que las personas que conversen con nosotros salgan reconocidas, valoradas.
Conversar es difícil, demanda preparación, demanda tiempo, pero nos podemos entrenar. La propuesta es que los líderes puedan tener conversaciones de impacto con sus colaboradores, que puedan diseñar propuestas de valor que le hagan sentido, que puedan tener conversaciones complejas con accionistas, clientes, proveedores.
Animarse a conversar
En esta etapa post pandemia, la clave para reclutar y retener talentos es darse cuenta de que ya no se recluta ni retiene talento.
Uno debería tener claro cuáles son las habilidades que se necesitan en la organización, y a partir de eso, entender si se tiene la capacidad para poder desarrollarlas de manera interna o de atraer esas habilidades a través de una gran cantidad de contrataciones, ya sea en relación de dependencia, por terceros, por partners, alianzas.
Nos hemos dado cuenta de que en este mundo acelerado que vivimos, sacar conclusiones rápidas nos puede llevar a tomar malas decisiones. Pero también nos hemos dado cuenta de que el diálogo lleva tiempo: tiempo de empatizar con el otro, de entender por lo que está pasando y de no estar corriendo.
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