Fuente: Gil & Asociados / Infobae Profesional
Un gran número de directivos son incompetentes, irritables, dominantes, explotadores y con pocas habilidades para tomar decisiones y trabajar en equipo, señala el portal mejicano Trabajando.com.
Según el sitio de empleo, "el estigma de los malos jefes no es gratuito, ya que más de una vez nos hemos topado con un jefe que desmotiva y nos pone de mal humor, hasta el punto de cambiar de empleo".
Pero, ¿cuáles son las actitudes de estas personas que nos generan frustración?
Entre los rasgos más comunes está la incapacidad de comunicarse, ya que no logra que su equipo lo escuche y entienda, y tampoco es capaz de escuchar a quienes lo rodean.
Además, se involucra escasamente, impidiéndole conocer realmente el trabajo de los colaboradores, careciendo de información y, por lo tanto, los somete a presión.
Ante esto, Margarita Chico, directora general de Trabajando.com da a conocer algunas de las características más comunes para reconocer a los malos jefes:
- Carecen de las competencias para guiar, motivar y dirigir de manera correcta a sus colaboradores.
- Delegan en exceso y no se involucran en las responsabilidades, esto afecta en los problemas cotidianos que se ven enfrentados sus colaboradores.
- Someten a su equipo a demasiada presión, lo que conduce a una desmotivación, sobre todo si no va acompañado de una retribución.
- Para rematar, después de todo el trabajo de su equipo, se atribuyen los méritos.
- Carecen de habilidades comunicacionales, interactúan poco o casi nada con su equipo, no se preocupan de la calidad de vida laboral de los miembros, menos de su vida personal.
- Son negativos, contagian el estrés y provocan un ambiente laboral tenso y dañino.
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