jueves, 16 de mayo de 2013

El "ABC" de los nuevos "dólares convertibles" que trae el blanqueo.





Extracto de artículo publicado en Infobae Profesional.

El proyecto oficial de blanqueo de divisas, que se está tratando en el Senado, incluyó un tercer instrumento "sorpresa", que no había sido adelantado por las autoridades cuando anunciaron la medida: el Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico.
Según los funcionarios del área económica, se trata de un papel que tendrá las mismas condiciones que el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE) pero de baja denominación. Es decir, estará orientado a los pequeños ahorristas.
Según la presentación del Gobierno, el pagaré estará expresado en dólares y servirá para financiar "proyectos de inversión pública en sectores estratégicos, como infraestructura e hidrocarburos". Es decir, la misma finalidad que tendrán los fondos que se blanqueen mediante la compra del BAADE.


El proyecto de ley le otorga al Banco Central la reglamentación de ambos instrumentos, bajo "condiciones financieras que se van a determinar al momento de su emisión".
En ambos casos, se van a poder comprar láminas por u$s100, u$s1.000 y u$s10.000, que tendrán vencimiento en 2016.
Además, se estableció que serán transferibles y que rendirán una tasa de interés del 4% anual, con pagos semestrales.
En forma paralela, también se emitirá el Certificado de Depósito para Inversiones Inmobiliarias (CEDIN) que servirá para compra, refacción o construcción de inmuebles.

Restan aclarar muchos aspectos clave como, por ejemplo, la forma y el tiempo en que se devolverán los dólares que ingresarán al blanqueo.
Entre los diversos interrogantes, surgen algunas de las siguientes cuestiones:

1. ¿A quién se apunta con la emisión del pagaré? 
Más allá de hacerse de fondos frescos, el secretario de Finanzas Públicas, Adrián Cosentino, explicó que la opción "Pagaré" -prevista en el proyecto- "puede resultar más conveniente para determinados perfiles de inversiones institucionales".
Cosentino agregó que quienes opten por el mismo "contarán con la posibilidad de convertirlo, a partir del año, a su versión "Título Público" en cada fecha de pago de los respectivos cupones semestrales".

2. ¿Quién es el emisor del Pagaré? 
Según el proyecto, será el Ministerio de Economía, aunque no se aclara si intervendrá el Tesoro Nacional, requisito indispensable para que adopten la forma de un bono soberano.

3- ¿A cuánto ascenderá el monto final del blanqueo? 
Si bien se presenta hoy día como una incógnita, existe consenso de que, en el mejor de los casos, apenas alcanzaría los niveles del efectuado en 2009, es decir, unos u$s4.500 millones.

4- ¿Por qué es importante el monto del blanqueo?
Porque dará la pauta de la dimensión que podrá adoptar el mercado secundario, que es aquél en el que podrían negociarse tanto los bonos como los pagarés.

5- ¿Quién va a blanquear fondos? 
Entre otros, aquél que se sabe "perseguido" por la AFIP y que considera que podría quedar bajo la lupa del fisco en el corto plazo.

6- ¿Cuál será el incentivo para la compra de bonos o pagarés?
Más allá del blanqueo de fondos, otro atractivo al que se apunta con la iniciativa oficial es la de ofrecer el cobro de una renta semestral. Y, además, a que en el vencimiento del papel, en 2016, se reciban dólares.

7- ¿Se podrán transferir el Pagaré y el Bono?
Sí, en igualdad de condiciones que el resto de los bonos que cotizan en el mercado de capitales.

8- ¿Cómo se conformará el mercado secundario?
Luego de la emisión primaria en dólares, se podría negociar en pesos.
Eso sí, estará sujeto a sufrir una quita importante, pues la tasa del 4% anual está muy alejada del rendimiento que, en promedio, pagan otros títulos en dólares, como el Boden 2015 o el Bonar X, que ronda el 12% anual.

9- ¿Cuál será el dólar implícito en el mercado secundario?
Seguramente se acercará al valor del blue, como ocurre con los títulos ya mencionados, ya que nadie -aunque esté dispuesto a blanquear- aceptará una quita por encima de cierto porcentaje.

Para el economista Enrique Szewach, "tanto los bonos como los pagarés pagarán el 4%, así que no van a competir con otros papeles que rinden más tasa y en un plazo menor".
"No obstante, seguramente se va a conformar un mercado secundario que igualará la tasa de otros bonos, que rondará el 15%", agrega el economista.

¿Qué será más seguro, un Pagaré o un Cedin? 
Para Andrés Méndez, de AMF Economía, "es más seguro el Cedin, porque es una especie de compra de dólar paralelo en forma legal, que incluye la entrega de un certificado, a lo que se suma que el monto entregado estará 100% encajado".
"El objetivo del título es apuntalar las reservas del Banco Central y generar un papel bajo un mecanismo legal que tenga paridad cambiaria sin la necesidad de realizar un desdoblamiento del mercado", agrega Méndez.
Uno de los interrogantes que se plantea, es quién va a estar dispuesto a recibir Cedin como forma de pago de un inmueble. Al respecto, se cree que serán aquellos inversores que tengan asegurada la colocación del mismo, aprovechando que este título puede soportar infinitos endosos.

Un punto que generó más de una polémica es el vinculado con el tipo de cambio al que se negociará el Cedin.
Según el equipo económico, cotizará en pesos a un valor que resulte del acuerdo entre privados. Es decir, cuando el tenedor de estos títulos desee venderlo a un tercero, ambas partes estarán libres de acordar su precio en pesos.

Otra de las dudas planteadas es cuándo la persona podrá hacerse de los dólares. Este punto no está muy claro, ya que si el objetivo del Banco Central es incrementar las reservas (a través de un encaje del 100% del monto depositado) si se los retirara en forma inmediata, se diluiría dicho objetivo. De ahí que se plantea que se acepten sucesivos endosos.
"Además, es más barato blanquear con el Cedin a través de la compra de un inmueble que en bonos destinados a infraestructura", opina Szewach.

Para el economista Lucas Llach, "sólo la reglamentación determinará cuáles son las chances de redimir el Cedin por dólares. Si son muchas, aunque su portador no pueda cambiarlo por billetes verdes en el Central, es muy probable que cotice cerca de la paridad, porque habrá alguien -por ejemplo un constructor- que estará dispuesto a pagar casi un dólar por ese papel". 

Si fuera cierto que pueden cambiarse Cedin por pesos y dólares en el mercado secundario, en la práctica habría un mercado legal para comprar divisas estadounidenses con pesos y viceversa. Es decir, se instauraría el tan largamente demandado desdoblamiento cambiario.

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