La actualización por parte del Gobierno del "mínimo no imponible" viene a descomprimir la tensión con un sector de la sociedad con la que la Presidenta se había enfrentado, y a los que había calificado de egoístas y de faltos de solidaridad.
• En 2005, antes de que se produjera la primera actualización del Impuesto a las Ganancias tras la crisis de 2001, el salario bruto promedio ($1.987) estaba casi en línea con el mínimo no imponible (lo traspasaba apenas 8% para el caso de los trabajadores solteros).
• Hoy, en cambio, esa remuneración media lo supera en un contundente 45%.
En otras palabras, la gran mayoría de los trabajadores de este sector se ve alcanzado por el impuesto, mientras que en años anteriores era un tema que apenas afectaba a una minoría.
Esto ayuda a entender por qué el propio Moyano admitió que "el tema salarial ha pasado a un segundo plano" y que la principal bandera reivindicativa era la de la lucha contra este impuesto.
Pero la desactualización del "piso" en Ganancias llegó a tal extremo de gravedad que no sólo aquellos gremios líderes, como el de camioneros, ha planteado su preocupación.
También en el caso de los maestros -uno de los sectores de remuneración más baja- hay un 26% de los asalariados que tributan este "impuesto a los altos ingresos", como propuso el Gobierno que pase a denominarse.
El aumento del piso salarial en Ganancias se instrumentará a través de un incremento del monto anual de las deducciones personales permitidas en el tributo.
Por ejemplo,
• El mínimo no imponible pasará de $12.960 a $15.552 por año.
• El importe computable por cónyuge saltará de $14.400 a $17.280.
• El correspondiente al ítem "hijo" se incrementará hasta llegar a los $8.640 anuales.
El siguiente cuadro permite apreciar los distintos valores:
Por otro lado, y a continuación, pasamos a detallar en el siguiente cuadro en el cuál se puede apreciar el impacto impositivo según escalas remunerativas:
Por lo pronto, durante los próximos días volverán a entremezclarse las opiniones de funcionarios que se ocuparán de mostrar el "esfuerzo" del Gobierno, con la de quienes perciben que la mejora no es suficiente para equiparar la inflación acumulada en estos últimos dos años.
En el medio del "tiroteo verbal", algo queda claro: el anuncio tiene "olor a ajuste".
Lo veo desde la optica "Si no cura, dana", un desacierto que endulza a algunos y exaspera a muchos, se gana algo de tiempo y continua la fogata en los opositores al modelo.
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