En empresas medianas, grandes o más pequeñas, debería
ser una costumbre más que saludable para el accionista-empresario,
saber cuánto vale su Empresa en un determinado momento.
En economías desarrolladas, esta práctica es mucho más común dentro del pensamiento de los propietarios de las Empresas ya que es la forma más objetiva de saber si las decisiones estratégicas y las acciones tomadas para alcanzarlas han dado el resultado esperado y han creado valor o lo han disminuido.
El valor de una empresa “en marcha” no se debería medir por sus resultados contables sino por la capacidad futura de ganar posición dentro del mercado y fundamentalmente la de generar beneficios y excedentes financieros sostenibles,
sustentables (y si son crecientes, mejor aún).
Muchos accionistas (que, además, desarrollan la actividad empresarial) tienden a pensar que el valor de su Empresa está dado, además de por los resultados contables, por otros conceptos tales como los años que la familia ha
estado en el negocio, por el “esfuerzo”
dedicado por las distintas generaciones, por lo que llaman “el
nombre” (o la marca), o por la cantidad de equipamiento.
La realidad es que estos conceptos generalmente no tienen valor a la hora de valuar una empresa “en marcha”. Naturalmente que hay casos donde marcas o equipamiento pueden tenerlo, pero corresponden a excepciones a la regla general.
Por lo tanto, tomando en cuenta lo dicho precedentemente, la creación de valor debería ser el objetivo más importante que el accionista y/o empresario que tenga la responsabilidad
de llevar adelante una empresa, debería de tener en cuenta al iniciar y al finalizar cada día.
Si bien las comparaciones con empresas que
cotizan en la bolsa parecerían desproporcionadas, no es así. CEO’s y
Shareholders (accionistas) ven reflejadas en el Valor de Cotización los
resultados de esas decisiones estratégicas tomadas en algún momento.
Por supuesto que en el mercado existen Empresas que no cotizan en bolsa (en su gran mayoría Pymes y Pymes de índole familar), pero esta situación no les impide saber si los cimientos
sobre los que se está construyendo su futuro son sólidos, responden a inercias
del pasado o a condiciones coyunturales.
De acuerdo a trabajos que nuestro Estudio ha llevado a cabo cabo, en colaboración con el Dr. Mario Cairella (Quion Inversiones y Negocios S.A.) estas valuaciones siempre ha permitido identificar las debilidades y amenazas de forma tal que se pudieron tomar decisiones de fondo mientras hubo tiempo y recursos para implementarlas.
De acuerdo a trabajos que nuestro Estudio ha llevado a cabo cabo, en colaboración con el Dr. Mario Cairella (Quion Inversiones y Negocios S.A.) estas valuaciones siempre ha permitido identificar las debilidades y amenazas de forma tal que se pudieron tomar decisiones de fondo mientras hubo tiempo y recursos para implementarlas.
La realidad es que estos conceptos generalmente no tienen valor a la hora de valuar una empresa “en marcha”. Naturalmente que hay casos donde marcas o equipamiento pueden tenerlo, pero corresponden a excepciones a la regla general.
ResponderEliminarEstimados, muy interesantes los artículos publicados. Un comentario sobre el párrafo anterior. ¿Que empresa tiene mas valor?, Mac Donalds o mac dawells? (un local de venta de hambuerguesas cualquiera), la capacidad de captación de clientes de la primera respecto de la segunda, ¿no representa un plus en la valuación?, disculpen si he entendido mal, gracias por su respuesta.
Saludos cordiales,