miércoles, 20 de diciembre de 2023

10 puntos ciegos del liderazgo. Cómo identificarlos y superarlos















Fuente: Daniel Colombo / INFOBAE / Fernando Gil


Qué impide a los líderes alcanzar su máximo potencial? ¿Cuáles son esos puntos ciegos que pueden obstaculizar su éxito? No hay una sola respuesta, porque el liderazgo es un arte que requiere atención constante y una mente abierta.

Desde la falta de autoconocimiento hasta la resistencia al cambio, estos puntos ciegos pueden tener un impacto significativo si se anhela un liderazgo efectivo. La buena noticia es que existen estrategias y técnicas efectivas para superar estos obstáculos y convertirse en personas más efectivas.

Por eso es fundamental que cualquier persona que dirija personas y empresas, necesita dedicar cierto tiempo y esfuerzo a explorarse internamente. Así podrá detectar sus puntos ciegos, y trabajar activamente para superarlos, si lo desea.

Si bien este artículo es un poco extenso en relación a los que suelo publicar, creo que vale la pena leerlo y reflexionar en cada uno de estos puntos.  Puede sernos de suma utilidad detectar en nosotros algunas de estas debilidades para poder desarrollar una oportunidad de mejora como líderes.


10 puntos ciegos del liderazgo

A continuación, revisaremos diez de los principales puntos ciegos de los líderes. Este análisis está basado un trabajo realizado en 18 países. Los puntos no tienen un orden en particular; sólo buscan ser una enunciación de los mismos.


Punto ciego 1: Falta de empatía

La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos y perspectivas de los demás. Liderar con empatía es tener la capacidad de conectarse emocionalmente con su equipo, lo que permite comprender mejor sus necesidades y motivaciones.

Para superar este punto ciego hay que escuchar atentamente a los demás, silenciar el ruido mental, buscar comprender sus perspectivas más allá de tener opiniones divergentes, y mostrar interés genuino por sus preocupaciones. 


Punto ciego 2: Microgestión

Es el acto de controlar en exceso y supervisar de cerca las tareas y decisiones de cada miembro del equipo. Así, caen en la trampa de no saber delegar tareas y tampoco confiar en los demás para hacer el trabajo. 

Para superar este punto ciego, es importante aprender a confiar. La confianza es la red de contención de todas las personas y el pegamento que solidifica relaciones auténticas y comprometidas.

Comienza por identificar las fortalezas y habilidades de cada individuo y asígnales tareas y responsabilidades acordes. Pruébalos con proyectos de corto plazo y evalúa en conjunto su desempeño. También es importante establecer una comunicación clara y abierta para asegurarse de que todos estén alineados en cuanto a las expectativas y los resultados deseados.


Punto ciego 3: Resistencia al cambio

Si se quiere evolucionar, hay que abrazar los cambios, porque son inevitables por más oposición que le pongas. Sin embargo, negarse a cambiar puede limitar la capacidad de liderazgo y obstaculizar el crecimiento personal y organizacional.

Para este punto ciego, es importante adoptar una mentalidad abierta, con flexibilidad y estar dispuesto a aprender y adaptarse. Rodearse de personas muy distintas a uno, considerar otros puntos de vista y actualizarse de todas las formas posibles, son algunas de las maneras de superarlo.


Punto ciego 4: Falta de delegación

Este punto ciego es tan común que merece un párrafo completo. Porque es, quizás, el eje central de la falta de efectividad de miles de líderes. Y todo nace, generalmente, no sólo de una falta de confianza en su equipo, sino, fundamentalmente, en sí mismos y en sentir que van a perder poder si delegan. Además, terminan ocupándose de temas que les desvían de lo estratégico.

Para superarlo, es importante identificar el potencial de cada persona, y estimular para que puedan sacarlo a relucir al máximo. Asimismo, es misión de cada líder brindar orientación y apoyo, así como establecer un sistema de seguimiento para asegurarse de que el trabajo se esté realizando de manera efectiva.


Punto ciego 5: Comunicación ineficaz

La buena comunicación es una habilidad fundamental en el liderazgo. Permite transmitir información, instrucciones, expectativas y visión a su equipo. Sin embargo, a la mayoría se les dificulta hacerlo de manera clara y efectiva. Esto puede llevar a malentendidos, falta de alineación y una falta de confianza en el líder.

Para abordar esta ceguera de liderazgo, es importante desarrollar habilidades de comunicación efectivas. Empieza por ser claros y concisos al transmitir información, aplicar la "economía de palabras", saber escuchar el ochenta por ciento del tiempo, y proporcionar retroalimentación constructiva. También es útil adaptar el estilo de comunicación según las necesidades y preferencias individuales de los miembros del equipo. Todas estas habilidades se entrenan y desarrollan.


Punto ciego 6: Sobreconfianza

Es un punto ciego peligroso que puede surgir cuando un líder se siente extremadamente seguro de sus habilidades y conocimientos. A menudo, lleva a la toma de decisiones precipitadas y la falta de consideración de otras perspectivas valiosas.

Para superar la sobreconfianza, es fundamental practicar la humildad y el autoexamen. Empieza con tener disposición a cuestionar las propias ideas y a escuchar atentamente a los demás. También es útil la implementación de sistemas de revisión y consulta antes de tomar decisiones importantes, porque puede ayudarle a verificar sus visiones, y así, definir más equilibradamente.


Punto ciego 7: Falta de responsabilidad

La falta de asumir la responsabilidad por las acciones y decisiones puede minar la confianza en el liderazgo y debilitar la credibilidad. En muchos países se aspira a posiciones de alta dirección asumiendo que se tienen todas las competencias suficientes y, sin embargo, se asignan puestos que les quedan grandes.

Para superar este punto ciego, la persona debe reconocer su responsabilidad en cada situación, y hacerse cargo de los errores (y, claro, también de los aciertos) de todo el personal a su cargo. Es más: practicar la sinceridad, la apertura y la vulnerabilidad son tres rasgos para empezar a hacerse cargo. De esta forma, no solo muestra integridad y humanidad, sino que también establece un ejemplo positivo para el equipo.


Punto ciego 8: Sesgos

Un sesgo es una ruta habitual mental que toma cualquier persona, que lo lleva por lo general a caminos conocidos y que traban la innovación y el pensamiento alternativo para resolver situaciones.

Para trabajar este punto ciego, es fundamental que en cada líder exista una inteligencia emocional muy desarrollada, que facilitará la toma de consciencia rápida sobre los sesgos que le limitan. Además, promover una variedad de perspectivas, tomar decisiones basados en datos objetivos, y la consulta con colegas de confianza también pueden ayudar a minimizar la influencia de los sesgos.


Punto ciego 9: Fallas en priorizar y de organización del tiempo

Para superar este aspecto esencial, es imprescindible amigarse con una excelente gestión del tiempo. Algunas de las formas de lograrlo son: tener en claro el para qué de cada tarea que asume; saber decir que no con firmeza y empatía a la vez, y contar con la capacidad de identificar y priorizar tareas clave.

Asimismo, se necesita aprender a establecer metas realistas y crear un plan de acción efectivo, y comunicarlo asertivamente a cada persona involucrada.

No existen buenos líderes sin una excelente organización, y sin disciplina. En todo caso, pueden ser jefes o gestores de asuntos.


Punto ciego 10: Soberbia y ego

Cuando alguien está dominado por la soberbia, tiende a creer que siempre tiene la razón y que su opinión es la única que importa. Esto aliena al equipo y obstaculiza la colaboración efectiva que se debería buscar.

Si se desea superar esta ceguera de liderazgo, hay que practicar el autocontrol y la regulación emocional. Un concepto que útil para superar este punto ciego es condiserar que los roles del lides es un acto de servicio: a la empresa, a las personas del equipo, a los clientes. El conectarlo con esta visión más trascendente -con propósito, se puede afirmar-, los ha llevado a un punto de contemplación de su comportamiento soberbio y egoico, que les permitió repensarse y cambiar sus actitudes.


Como dijo Helen Keller, "El líder ve las cosas con claridad antes que los demás. Tiene la visión y la fortaleza de actuar en consecuencia". Cada lider tiene el privilegio de acompañar a otras en el sinuoso camino del trabajo en equipo, en forma colaborativa, y con foco en los resultados en común.

Al eliminar los puntos ciegos y cultivar una visión sólida y clara, cada líder va a lograr guiar mejor a sus equipos e impactar más positivamente. Porque, en definitiva, de esto se trata el liderazgo bien entendido: guiar, acompañar, y dejar un legado.




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