Fuente: Infobae / Daniel Colombo/ Fernando Gil.
El miedo a hablar en público o glosofobia es una limitación en la carrera profesional de cualquier persona, que emerge de temores irracionales
Alguna vez has mirado la palabra "público" y te has estremecido? ¿La idea de hablar delante de la gente te produce ansiedad? ¿Sientes tanta incomodidad hablando delante de los demás que lo evitas a toda costa?
Si es así, no eres la única persona: aproximadamente el 75% tiene esos mismos temores. Miedos que no son precisamente irracionales. Veamos por qué y cómo solucionarlo.
Es cierto que hablar en público intimida a cualquiera. El hecho de tener que dirigirse a un grupo de gente, desconocida o no, y hablar sobre un tema adaptándolo al lenguaje de los demás, puede que parezca un camino directo al desastre.
También influye el efecto del auditorio, porque puedes sentir que te observan, te critican y que te ves en una exposición como si estuvieses en un juicio.
Todo esto es cierto, parcialmente, puesto que si haces todo lo que se necesita previamente, y logras transmitir tu autenticidad, conocimiento y autoridad en tu materia, las posibilidades de que ocurra algo realmente desastroso prácticamente no existen.
Hablar en público no tiene por qué ser intimidante; de hecho, puede ser divertido y gratificante. Solo que cuando en tu mente aparece la simple idea de tener que hacerlo, agrandas el nerviosismo, y ahí sí se convierte en una dificultad, porque aparece el miedo a afrontar la situación.
El miedo por lo general es subjetivo, y si te has venido preparando convenientemente, no tiene que ver tanto con que eres un mal orador o una pésima conferencista: el miedo más profundo es al "ese" instante en que pisas el escenario y vas a salir a escena. Esos son los segundos tan temidos por la enorme mayoría de las personas que conozco.
Si eres de las personas que tienen miedo a hablar en público, aquí tienes algunas estrategias prácticas:
1 - Superar el miedo a hablar en público requiere que te comprometas con él.
Tienes que estar dispuesto a sentir ese nerviosismo y reconocerlo. La ansiedad puede ser incómoda, pero no hay que avergonzarse de ella. Tienes que sentirla, experimentarla y luego dejarla ir. Cuando lo haces, es menos probable que la lleves encima cuando salgas a hablar.
2 - La práctica te dará toda la destreza que piensas que te falta.
También requiere compromiso de práctica, ensayo, corregir los errores, observarte y trabajar lo suficiente tu material a presentar, hasta que te parezca que has hecho un trabajo realmente interesante para compartir. No busques la perfección, porque no existe en este plano físico; aunque sí te hablo de excelencia.
Hazlo a consciencia, no dejes la preparación para último momento, o que otras personas lo hagan por ti sin supervisarlo, porque eso agudizará tu inseguridad a hablar en público.
Hay muchas técnicas para hacerlo de forma efectiva: desde grabarte con tu celular, hacer al menos tres ensayos completos frente a un espejo, y buscar un grupo de personas con las que practicar, pidiéndoles su retroalimentación sobre lo que haces bien y lo que puedes mejorar desde su perspectiva.
Es importante que combines no sólo la información que brindarás, sino que tengas en cuenta los gestos, el tono de voz y las palabras en sí.Los gestos y el tono de voz, así como tu vestimenta, la distancia del público y tus movimientos, la velocidad al hablar y la musicalidad (matices), son en conjunto un 93% de tu charla o discurso y el resto, las palabras. ¿Significa que las palabras no son importantes? Todo lo contrario: significa que necesitas tener mucha precisión al preparar los conceptos que transmitirás.
3 - Aprende a relajarte.
Estar tenso no ayuda. Sólo aumenta la probabilidad de que sientas ansiedad. Por tanto, si necesitas relajarte antes de hablar, hazlo. Busca un lugar tranquilo donde no te molesten, cierra los ojos, respira hondo y permítete relajar antes de salir a escena.
Haz varias secuencias de respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca, a ritmo lento. A su vez, visualízate en tu mente con un resultado de éxito, entrando con seguridad y calma a escena, y con confianza en el tema que presentarás.
Toma agua sin gas e hidrátate lo suficiente antes, durante y después de tu oratoria, ya que los nervios pueden hacer que se seque la garganta. De paso, son un recurso fácil y rápido para relajarte y hacer pausas.
4 - Divide el discurso en secciones.
Este es otro recurso que te va a ayudar a disminuir el miedo, básicamente porque puede ser útil para centrarte en cada una de las partes del discurso, en vez de encararlo como una totalidad al ensayar.
También te servirá para marcar el ritmo: no querrás apresurarte en las partes que no necesitan ser apresuradas, pero tampoco querrás sentir que vas tan lento que el público se aburre. Busca un ritmo medio, en el que te sientas bien y con dinamismo. Haz pausas: son tan valiosas como lo que dices, y, además, le dan respiros a la gente.
También recomiendo que siempre prepares tu material desde la perspectiva del público, no solamente tu visión. Al hacerlo así, lograrás transmitirlo con más utilidad real para quienes vienen a escucharte, y harás más valioso tu mensaje. Recuerda: la práctica hace a la maestría para que alcances tu mejor performance.
5 – Amígate y haz las paces con tu miedo a exponerte
Basado en un principio de la psicología del miedo, existe lo que se llama la reestructuración cognitiva, que consiste en cambiar la forma de pensar sobre algo.
Una herramienta que funciona para amigarte es la denominada terapia de exposición. Se trata de que te pongas (o te imagines) en situaciones en las que tienes que enfrentarte a tu miedo.
Por ejemplo, puede ser algo tan sencillo como imaginarte hablar en grupo delante de personas del trabajo, en una actividad social con amigos, o delante de tu familia diciendo unas palabras.
Estas técnicas funcionan porque lo que hacen es quitarle el velo al miedo dentro de tu mente, donde gran parte lo habías fabricado y exagerado, y por eso se sentía tan limitante.
Con estas cinco técnicas para superar el miedo a hablar en público podrás tener la preparación apropiada para hacer tu presentación. Recuerda que la perfección es enemiga de lo bueno; simplemente, hazlo lo mejor que puedas.
Proponerte dar pasos de menor a mayor para vencer tus temores, será la llave que te abrirá la puerta de la confianza; en poco tiempo verás cómo se disipan aquellas preocupaciones, y te entusiasma cada vez que tienes que hablar en público.
Excelente post, muy útil para la actualidad!
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