miércoles, 27 de marzo de 2019

Chau cargas sociales: por altos costos laborales, más empresas desarman estructuras y dan empleo freelance


Fuente: Fernando Gil / Infobae Profesional


La modalidad gana lugar en el mundo y en la muestra un fuerte crecimiento, pero también despierta críticas: ¿trabajo flexible o precarización encubierta?


El empleo registrado en la Argentina viene siendo una de las grandes víctimas de la crisis económica. Según las últimas cifras del Sistema Integrado de Previsión Argentino (SIPA), entre abril y noviembre del año pasado se perdieron más de 172.000 puestos de trabajo.
Automotrices, alimenticias, supermercados, cadenas de electrodomésticos y casi todos los sectores clave de la economía enfrentan un escenario adverso: caída en ventas y suba de costos, un combo que se traduce en suspensiones, despidos y pago de sueldos en cuotas.
En este contexto, la modalidad "freelance" acentúa su crecimiento en el país. Básicamente, por dos motivos:

  • Las empresas reducen costos laborales y pueden avanzar en proyectos con más agilidad a pesar de la crisis
  • Los personas se hacen de un ingreso extra en momentos en que el bolsillo apremia y, además, logran flexibilidad en sus horarios

Esta modalidad se ve impulsada por las nuevas tecnologías. En este sentido, desde el World Economic Forum sostienen que entre el 20% y el 30% de la población activa de varios países desarrollados realiza tareas de modo independiente.

Por cierto, a las empresas no les viene nada mal este tipo de contrataciones. Más aún en Argentina, donde la pesada carga tributaria hace que a una compañía tenga que pagar cerca del 50% por encima del sueldo neto en concepto de cargas sociales y aportes: si a un asalariado le abona 10 pesos en mano, el costo total compañía ronda los $15, sin contar aguinaldo ni plus vacacional.

"Hay cada vez más empresas que están ofreciendo a sus empleados en relación de dependencia trabajar desde la casa, menos horas por la baja del consumo, y cobrar a través del Monotributo. Además, en lugar de contratar trabajadores en blanco, los hacen facturar directamente", remarca el abogado laboralista Juan Carlos Cerutti.

Por su parte, para José Zabala, del estudio jurídico AMZ & Asociados, señala que se ven cada vez más casos de empresas que "tercerizan lo que antes tenían en relación de dependencia, como las áreas de sistemas, comercial y de servicios".
Esos perfiles son, en general, profesionales que pueden efectuar sus tareas de manera remota.
Asegura que una de las alternativas a la que más se apela es la de abonar por proyecto. Cerutti señala que si bien se iguala el "sueldo en mano", deriva "en un ahorro de costos cercano al 50%" para las compañías en concepto de obra social, seguro de riesgos de trabajo, sindicato, vacaciones, aguinaldo y licencias.

A modo de ejemplo, el letrado señala: "Mientras PedidosYa cuenta con 450 repartidores en blanco, Rappi y Glovo los tienen como 'freelance'. Por eso son más rentables".

En este marco, el 53% de las firmas argentinas opta por sumar a trabajadores independientes para cubrir algunos de los puestos, al tiempo que nueve de cada diez gerentes de personal se muestran predispuestos a contratar freelancer.

La contratación online de trabajadores independientes es consecuencia natural de un mundo cada vez más digitalizado y de la creciente tasa de conectividad, tanto en Argentina como a nivel global.
Cada vez más gente se vuelca a ser freelancer porque no está satisfecha con muchas de las reglas del empleo en relación de dependencia y buscan emprender, con mayor libertad y más desafíos a la hora de salir de la zona de confort.


También crece el home office

La opción freelance se diferencia del "home office" o teletrabajo ya que no hay una relación de dependencia, sino que el profesional es quien se hace cargo de su propia obra social y jubilación, adhiriéndose al Monotributo.
En muchos casos, algunos trabajadores independientes consiguen empleo con empresas del exterior, por lo que tampoco deben inscribirse en el régimen simplificado de la AFIP.
Ante la consulta, el experto en derecho laboral, Julián de Diego, señala que ya hay 970.000 argentinos que realizan home office. De este total, 170.000 directamente "no pisan la oficina" o asisten muy de vez en cuando, mientras que los 800.000 restantes son teletrabajadores mixtos, un sistema que combina tareas a distancia con presenciales.
En otras palabras, el 16% de los 6,1 millones de asalariados que contabiliza la ANSES (excluyendo autónomos) se ha sumado a las nuevas tendencias de contratación.
"El número crece a velocidades exponenciales", asegura de Diego, quien enumera las tres modalidades más frecuentes en el país:

  • Local: el empleado tiene su espacio de trabajo en la empresa y cada vez que se aleja recurre al "home office"
  • Semitotal o de semivolumen: trabaja fuera de la oficina pero reporta a sus superiores una vez por semana
  • Nómade: puede trabajar dentro de la compañía, en espacios de coworking o bien desde su casa

Como un derivado del home office, la modalidad freelance suma adeptos en la llamada economía 4.0. ¿Implica esto un aumento de la precarización laboral? No necesariamente. Trabajar por cuenta propia puede ser muy redituable, si el empleado es quien pone las condiciones.


Fernando Gil

Socio Gil & Asociados
Tel: +54 011 5263-7099
Cel: +54 911 6864-9209
San Lorenzo 2106, Olivos, Bs As, Argentina

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