Colaboración del Dr. Mario Cairella de Quoin Inversiones y Negocios
En esta oportunidad y continuando con la
serie de artículos destinados a aclarar los conceptos aplicables a la Valuación
y Proceso de Venta de una empresa, haremos hincapié en una situación que es
moneda común en estos días:
Los precios a los cuales está dispuesto a
vender un accionista están muy alejados
de aquellos que desea pagar (invertir)
un comprador.
Los inversores (compradores), pueden clasificarse en Inversores Estratégicos o Inversores Financieros (fondos de Private Equity, Hedge Funds, etc…).
Inversores Estratégicos (características):
- Son aquellos que ya participan de forma directa o indirecta, en el mercado en donde se desarrolla la actividad de la empresa.
- Están dispuestos a pagar una “prima” sobre el rango de valor promedio, determinado sobre la base de alguno de los métodos de valuación que ya comentamos.
Inversores Financieros (características):
- Al contrario de los Estratégicos, no participan en el mercado en donde se desarrolla la actividad de la Empresa.
- Generalmente no están dispuestos a pagar una “prima” sobre el rango de valor promedio determinado sobre la base de alguno de los métodos de valuación, ya que su horizonte de salida de la inversión “financiera” es de corto o mediano plazo (5 años, en general).
En la realidad Argentina de hoy, hay muchas
empresas que han otorgado mandato de venta a sus banqueros de inversión los que, luego de realizar el debido proceso de valuación, se enfrentan a un mercado
de potenciales compradores (inversores) que están dispuestos a pagar entre 3 y
4 múltiplos de EBITDA’s, cuando en momentos no muy lejanos esos mismos
compradores estaban dispuestos a pagar entre 6 y 7 EBITDA’s.
Esta realidad implica, obviamente, una “destrucción
de valor”, que si bien hoy está más relacionada con factores externos a la propia empresa, no es menos cierto que éstas, en general, no tomaron las medidas adecuadas para mitigar esa
disminución del valor.
Las causas de la destrucción de valor son varias y conocidas: Falta de seguridad jurídica, "defaulteadores seriales", riesgo político, tipo de cambio, falta de inversores internacionales, etc ….. en resumen: Imposibilidad de Proyectar a Mediano y Largo Plazo.
En los extremos de múltiplos de EBITDA mencionados
anteriormente, es donde se ubican las expectativas de valuación de compradores
y vendedores respectivamente. O sea, estamos frente a un mercado des-arbitrado.
Los compradores (inversores) toman en cuenta todos esos riesgos y lo traducen en una alta tasa de retorno que aplican a la
inversión que están analizando para así cubrirse de la incertidumbre.
Por otro lado, los vendedores aceptan la existencia de
esos riesgos pero no aceptan los precios que surgen luego de aplicar dichas
tasas. Estamos entonces frente a lo que parece ser un círculo vicioso del cual parecería difícil salir.
Sin embargo hay diversos mecanismos probadamente
exitosos que se pueden aplicar para acercar las posiciones de ambas partes, alcanzando los objetivos buscados por cada una.
De acuerdo nuestra experiencia (respaldada por operaciones realizadas, tanto en el país como en el exterior), podemos citar que la misma empresa que se ofrece a la venta en Argentina, pero ubicada en Brasil,
los múltiplos de EBITDA que el mismo
comprador (inversor) estaría dispuesto a pagar, estarían en un rango entre 7 y 9
múltiplos (en vez de los 3 a 4 múltiplos citados precedentemente). Siguiendo el mismo razonamiento, si
estuviera en USA, estarían dispuestos a negociar sobre una base de entre 10 y 12.
Como habrán observado, durante el
desarrollo de estas publicaciones, una consecuencia objetiva y tangible de un
plan estratégico es que se deben contemplar no solo mecanismos de creación de valor
sino también mecanismos de preservación del mismo.
Este ejercicio intelectual y práctico
debería ser una constante preocupación del
accionista o gerente general de la empresa.
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