jueves, 4 de agosto de 2016

¿Por qué los “millennials” cometen fraudes en las empresas donde trabajan?



Gil & Asociados / Infobae Profesional

La Generación Y es una de las mejores preparadas de la historia de la humanidad, por el acceso a la información a la que tuvieron desde su nacimiento. Sin embargo, al llegar al mercado laboral se están encontrando con una gran competencia y con puestos de trabajo relativamente poco remunerados.

Los estudios más recientes sobre el fraude corporativo nos revelan datos importantes. Llama la atención el hecho de que el número de fraudes asociados con personas que podemos ubicar en la Generación Y, o comúnmente llamados Millennials, va en aumento (tener en cuenta que los miembros de esta generación son individuos que nacieron entre 1980 y 1992, es decir, que actualmente tienen entre 24 y 36 años de edad).


Radiografía de una generación
Son jóvenes, dinámicos y, en general, suelen ser personas que prefieren crear y divertirse en su trabajo antes que encajar en esquemas tradicionales de organización y trabajo.
Más aún, varios estudios de psicología laboral señalan que este tipo de personas suelen describirse como gente emprendedora, que buscan iniciar negocios propios y no depender de un jefe.
La Generación Y es una de las mejores preparadas de la historia de la humanidad, en términos de sus niveles escolares y el acceso a la información a la que han tenido desde su nacimiento.
Sin embargo, al llegar al mercado laboral se están encontrando con una gran competencia (más de 1.700 millones de habitantes en el mundo forman parte de este grupo generacional) y con puestos de trabajo relativamente poco remunerados.
Esto hace que sean individuos con una alta propensión a la ansiedad y depresión y que, en un 60%, consideren que no ganan suficiente dinero por su trabajo.
Pareciera que, en general, los miembros de esta generación encuentran difícil aceptar una carrera laboral de largo aliento; buscan respuestas rápidas a sus necesidades presentes.
Visto de esta manera, el alto índice de fraudes entre este tipo de personas se explica en gran medida por la búsqueda de esos satisfactores que no perciben con otros alicientes.


Desafíos para las organizaciones
En este contexto, uno de los principales desafíos que actualmente enfrentan las organizaciones es mejorar sus controles internos al tiempo que flexibilizan sus estructuras de trabajo, para dar cabida a esta nueva generación laboral. El riesgo de fraude siempre existirá.
Una de las características que distingue a los millennials es el uso intensivo de tecnología en su vida diaria. Es una generación acostumbrada a las computadoras y a todo tipo de dispositivos electrónicos (gadgets).
De ahí que no debe sorprender que el cibercrimen y los fraudes cometidos a través de nuevas tecnologías vaya en aumento.


Controles insuficientes
El conocimiento que tienen los miembros de la Generación Y de los componentes electrónicos, y de los sistemas de información, hace que muchas veces sean individuos con mayor destreza tecnológica que sus propios supervisores o directivos.
De ahí que los controles internos en repetidas ocasiones sean insuficientes. Se actúa mal y a destiempo.
Esta situación hace que los defraudadores de la Generación Y tengan oportunidades de fraude que implican mayor riesgo para las compañías en las que trabajan.
El daño económico causado a las empresas por ciberataques también creció en un 25% con respecto a lo que se estimaba hace 10 años.
Los esfuerzos que se emprendan para prevenir, detectar y responder a este tipo de ilícitos deben basarse en una valoración acertada del riesgo que se enfrenta


No estigmatizar
El fraude no es una característica exclusiva de los millennials. Por tanto, no debe estigmatizarse a los miembros de esta generación.
El riesgo de fraude está presente en todo tipo de organización, sector e industria. El defraudador puede ser prácticamente cualquier persona.
Nada más alejado de la realidad que pensar que sólo los millennials defraudan o que solamente ellos cometen cibercrímenes. 
No obstante, es importante notar que, en materia de fraude, la experiencia nos indica que cuando se combinan estos factores se suele estar ante riesgos de fraude más altos, es decir, con mayor probabilidad de que el ilícito ocurra:
  • Una insatisfacción laboral por condiciones de trabajo percibidas como poco atractivas.
  • Una propensión a justificar acciones indebidas mediante un discurso permisivo.
  • La ausencia de controles internos efectivos que disuadan o detecten a tiempo posibles irregularidades.

Si a estas condiciones se suman factores psicológicos, de comportamiento y destreza técnica, como los que se asocian con la llamada Generación Y, es posible entender por qué los delitos económicos, entre los miembros de esta generación vayan en aumento.

En suma, se trata de una generación que piensa diferente, que actúa diferente, que se relaciona diferente, y que…comete ilícitos diferentes. Y este es quizá uno de los principales desafíos de las organizaciones hoy.

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