
En nuestro complejo mundo empresarial debemos continuamente mejorar nuestra calidad y productividad relativo a nuestros productos y servicios para poder mantener la cuota de mercado o para ampliarla. Sin embargo, las organizaciones pueden mejorar sólo lo que efectivamente pueda ser medido. Para mejorar continuamente necesitamos un método para ayudarnos a entender dónde estamos ahora, ayudarnos a planificar hacia dónde queremos ir, y que nos indiquen cuando hemos llegado.