jueves, 21 de julio de 2016

Síndrome de Burnout: el desgaste profesional ya es preocupante.




Gil & Asociados - Ignacio Aladro - Infobae

Se trata de un síndrome clínico-laboral que podría llegar a ser una de las enfermedades más frecuentes en los próximos años

El Síndrome de Burnout, también conocido como síndrome de desgaste ocupacional o profesional, es un padecimiento que se produce como respuesta a presiones prolongadas que una persona sufre ante factores estresantes emocionales e interpersonales relacionados con el trabajo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad, más de la mitad de los trabajadores en el mundo sufre estrés y ya se considera una epidemia.

Se desencadena por una inadecuada adaptación, que conlleva a una disminución del rendimiento laboral junto a la sensación de autoestima baja. Es más frecuentes en personalidades tipo A, que característicamente son: extremadamente competitivas, impacientes, hiperexigentes y perfeccionistas; y en personas con sentimientos altruistas.

Resulta una respuesta al estrés laboral crónico que genera actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabajan y hacia el propio rol profesional. La persona tiene la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado y como consecuencia, quien lo padece, sufre una pérdida progresiva del idealismo, la energía y  el propósito.

El Síndrome de Burnout no comienza de un día para el otro, es generalmente gradual y progresivo. Engloba padecimientos tanto a nivel psicológico, físico, social y en la relación de la persona con la empresa. Es importante diferenciarlo del cansancio habitual, ya que este padecimiento, no se elimina con unos días de descanso.

A nivel psicosocial, genera deterioro en las relaciones interpersonales, depresión, ansiedad, irritabilidad y fallas atencionales. Es común el aislamiento y distanciamiento de otras personas y los problemas conductuales pueden progresar hacia conductas de alto riesgo, como la ludopatía y el abuso de sustancias.

A nivel laboral los síntomas pueden expresarse y consecuentemente detectarse. Característicamente estas personas sufren involución en la realización de sus tareas profesionales. Además, por la dificultad que les genera el hecho de enfrentar estas tareas, es común el ausentismo.

¿Cuáles son los factores que lo puede desencadenar?
Hay muchos factores precipitantes. Entre los más importantes se encuentran la percepción de la persona de no sentirse capacitada para realizar su trabajo, la falta de justicia organizacional, la falta de participación en la toma de decisiones, las relaciones conflictivas con compañeros y, por supuesto, el exceso de trabajo.

¿Qué daños físicos puede generar?
Las personas que lo padecen pueden sufrir: insomnio, palpitaciones, deterioro cardiovascular, dolores musculares, pérdida de peso,cefaleas, trastornos gastrointestinales, alergias, asma, fatiga crónica, problemas con los ciclos menstruales, etc. Muchas de estas enfermedades promueven también el ausentismo generando un círculo vicioso. La persona se enferma y cada vez le resulta más difícil enfrentar su labor.

¿Cómo se realiza la detección?
 En primera instancia hay que tener en cuenta que este síndrome se presenta con más frecuencia en personas que realizan atención directa a clientes, como parte de su tarea laboral. Para su determinación existen varias escalas y cuestionarios que permiten objetivar este síndrome.

¿Qué medidas se pueden tomar para mejorar esta condición a nivel empresarial?
Se cree que hay varias intervenciones de simple implementación factibles de aplicarse en cualquier medio laboral. Aumentar el grado de autonomía laboral,  promover el trabajo en equipo, permitir mayor flexibilidad de los horarios y fomentar las relaciones interpersonales, son algunos de los ejemplos que son utilizados como estrategias. La búsqueda de todos ellos intenta lograr la reducción del estrés laboral, en beneficio de quien padece el síndrome y del medio productivo en el que se trabaja.



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